viernes, 21 de noviembre de 2014

#YaMeCanse #TodosSomosAyotzinapa

México D.F. , a 21 de noviembre del 2014

Yo, como muchos Mexicanos cansados de tanta violencia, injusticia, abuso de poder y las mentiras que se dicen de mi México, ayer me decidí a salir de mi casa y apoyar la marcha nacional del 20 de noviembre.
Poco antes de las 20:00 hrs dos amigos y yo tomamos la línea del metro con dirección al Zócalo capitalino, al llegar a la estación de "Allende" nos topamos con el primer inconveniente, la estación estaba cerrada con candados en todas las puertas, al cabo de unos minutos de esperar entre un grupo de pasajeros, vinieron de seguridad a dejarnos salir.
En el primer vistazo, la calle de Tacuba se encontraba repleta de manifestantes que se dirigían en orden hacia la plancha del Zócalo, Facultades de Medicina, Derecho, Ciencias Políticas se dividían por lazos para delimitarse y evitar infiltrados, todos unidos y en paz, reprochaban a quienes grafiteaban en las paredes al grito :"Somos estudiantes, no delincuentes"; por lo que decidimos caminar a lado de ellos; al topar con Catedral el impacto fue aún mayor, el lugar estaba a reventar, "literal", repleto de todo tipo de personas: estudiantes, familias, extranjeros, de todos los estratos sociales, mujeres, niños, hombres, obreros, todos hartos, todos cansados, todos gritando en consigna "1,2,3...43, Justicia".

Avanzamos poco a poco hacia el asta bandera, todo se veía pacifico, la gente estaba tranquila, todos evitaban a los infiltrados que se cubrían la cara, se escuchaba "Sin provocaciones", "Tranquilos", "Justicia", de pronto un par de chicas se nos acercaron y nos dijeron :"Ya váyanse, acaban de llegar los granaderos vienen del otro lado de la plaza"; por lo que nos movimos hacia la Catedral y por el flanco izquierdo avanzamos hasta el Palacio Nacional.

Al toparnos de frente con los granaderos, en primera fila se podían notar las cámaras de algunos medios de comunicación, si bien algunos insultaban a los policías, es su mayoría la gente aplaudía, exigía "Justicia", no había provocaciones, no al menos de los que mostrábamos el rostro, sin embargo algunos infiltrados cargaban troncos en sus manos, otros más aventaban cosas hacia la barricada, de pronto escuche como las cadenas que sostenían las  vallas caían al suelo, y en cuestión de segundos los granaderos comenzaron a avanzar.
Entonces comenzamos a correr, mientras nos acercábamos a la reja de la Catedral había muchas personas gritando :"No corran", "Únanse", "Sin Provocaciones", "Tranquilos", a pesar de que mi corazón estaba muy acelerado, mantuve mi paso rápido evitando correr, nos quedamos quietos pegados a la reja, sin embargo los granaderos iban quitando a todos a su paso, empujandolos, pegándoles, la cosa era sacarnos a todos; fue en ese momento que quisimos avanzar y nos cerraron el paso, por un segundo me sentí acorralada y fue entonces que sí tuve miedo, nos tomamos de la mano todos que estábamos acorralados en grupo, la chica que iba a mi lado tenia la misma cara de terror que seguramente yo reflejaba, caminamos pegados al muro y poco a poco logramos salir a empujones hacia la calle de Tacuba.
Pero eso no era todo, los granaderos venían detrás de nosotros, sembrando el miedo a su paso, golpeando a los que caían, haciendo ruido con sus escudos, de pronto al intentar cruzar la calle uno de ellos se acerco lo suficiente para lanzar un macanazo a un chico que venia en el mismo grupo de nosotros, a centímetros de la espalda de mi amigo que nos tomaba de la mano con la mayor fuerza que le era posible, casi logran provocar al chico pero justo en ese momento otro muchacho lo calmo y nos grito:"Únanse", "No caigan en provocaciones" y sin dudarlo corrimos junto a ellos para replegarnos a una cortina metálica, en ese mismo instante se atravesó la camioneta de la CNDH (Comisión Nacional de Derechos Humanos) y todos comenzaron a gritarles : "Están golpeando gente", la camioneta se detuvo y los granaderos dieron unos pasos atrás, fue el momento preciso para poder evacuar.

Dejamos atrás una bomba de gas a un par de metros de nosotros, yo repetía a mis amigos "¡No volteen atrás, sigan caminando, debemos salir de aquí!", la gente venia corriendo; a nuestro paso venia una Señora les gritaba:"No corran"; la gente huía, ¡nosotros huíamos!, topamos con un grupo de ciclistas que decían: "Torcieron a fulanito" ,"Lo agarraron, pero esta bien".
Ya rumbo a la Alameda aferrados unos a otros hasta con los dientes, la gente seguía gritando "¡1,2,3,4...43, Justicia!", unos reportándose por celular con su familia, otros tomando fotos, todos reprochando la actuación del Gobierno, disipándonos poco a poco; finalmente después de unos minutos logramos atravesar la Alameda Central y llegar al metro Hidalgo para abordar y salir de ahí. La personas que iban de pasajeros estaban temerosos, todos hablaban de la injusticia de la que habían sido testigos y aseguraban que la TV y los medios, no lo iba a mostrar, se decía: "No dirán la verdad".

¡Qué bien conocemos a nuestro México!, al bajar del metro nos acercamos a un puesto de tacos donde estaban dando las noticias y decían que los anarquistas (en lo que se me tendría que contar claro esta) provocaron al ejercito y que ellos únicamente avanzaron para defender a los manifestantes, y yo me pregunto: sí me estaban defendiendo, ¿porqué nos lanzaron golpes?, ¿por qué nos acorralaron?, ¿por qué nos lanzaron bombas de gas?, ¿por qué nos reprimieron así?

¡México despierta!, Alcemos la voz para denunciar la verdad.




1 comentario:

Anónimo dijo...

Holis Mami :3 muy interesante e inspiradora tu forma tan grata y sincera de escribir.